El Día Mundial del Síndrome de Down, es una fecha conmemorativa con la que se busca crear conciencia en la sociedad de la importancia de las personas con este tipo de discapacidad intelectual.
Fundación Tierra Nueva desde hace más de 15 años trabaja en reivindicar los derechos, potenciar la independencia y el crecimiento personal de niños, niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad.
Por ello, con la finalidad de mantener la calidad de los servicios brindados a este grupo vulnerable, se realizan visitas técnico-pedagógicas a sus hogares, en las que se pudo constatar que la mayoría, por su condición, no pueden acceder a atenciones médicas.
Ante esta realidad, en alianza con Missio Internacional, de Alemania, se financian visitas domiciliarias de un médico general, entrega de medicamentos, vitaminas y desparasitantes, además, de canastas de alimentos para los 60 beneficiarios del Centro de Desarrollo Integral “El Niño”-CDI.
En la cita médica se incluye al cuidador principal, para lo cual, se contrató a la Dra. Alisson Casamin, quien comenta: “en general la mayoría de los beneficiarios se encuentran bien, con un buen estado nutricional. Un pequeño porcentaje de usuarios tienen peso y talla baja, a cuyos familiares se les capacitó sobre alimentación saludable”.
En todas las visitas se entregaron vitaminas y desparasitantes, medicamentos para los padres que lo requerían y para quienes padecen enfermedades crónicas, realizándose el seguimiento con el especialista.
Jugando con su muñeca encontramos a Gisela Collaguazo, tiene 10 años y síndrome de Down. Vive en el sur de Quito junto con su hermana y madre, quien, antes de la pandemia limpiaba casas para ganarse la vida, ahora realiza trabajos ocasionales por lo que sus ingresos son muy bajos.
“Yo les agradezco mucho por esta visita y por la ayuda que nos dan, ha sido muy difícil este tiempo de pandemia. Yo sufro de dolores en las piernas que a veces no me dejan ni caminar”, cuenta María Almachi, madre de Gisela.
Lastimosamente, también se ha evidenciado un alto consumo de alcohol entre los padres de los beneficiarios, lo que en muchos casos desemboca en problemáticas como violencia intrafamiliar. En estos casos la trabajadora social brinda soporte a la familia y las facilidades para que reciban ayuda especializada.
El lema de la Fundación es Juntos Transformamos Vidas, por ello, no se conforma con brindar un servicio, sino que busca garantizar un ambiente seguro y saludable para los niños, donde efectivamente se respeten sus derechos.