Visitar un hospital no es una tarea grata. Se hace por necesidad, en busca de una cura o de mejorar las aflicciones, por ello, el trabajo más visible es el del médico, sin embargo, existe un grupo, muchas veces invisible, que se esfuerza para que se pueda atender a los pacientes.
La sanación de los enfermos es una labor en equipo, cada quien tiene un rol definido y un campo de acción específico. Para quienes acuden a una consulta médica, la función de enfermería es casi imperceptible, sin embargo, para quienes están hospitalizados es una tarea que se asemeja a la de una madre, a la de un cuidador o de un ángel.
Cuando el dolor se hace presente, más allá del conocimiento del médico y su sabiduría, la mano de las y los enfermeros son los que brindan el alivio, los que motivan en el momento de desesperación y, en esta pandemia, la única compañía de los pacientes.
Es una carrera que requiere de gran calidad técnica pero principalmente humanidad. Desde su experiencia, tres enfermeras de diferentes áreas del Hospital Padre Carollo nos cuentan ¿qué cualidades debe tener una persona para ejercer esta profesión?
Angélica Bravo es enfermera desde hace 25 años, trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital. Con orgullo nos comenta que formó parte del primer equipo de esta área y estuvo cuando se inauguró.
“Mi profesión es mi satisfacción y también para mi familia, porque son el pilar que me impulsa a cumplir con mi vocación, ya que, a veces el trabajo puede ser sacrificado, pero todo lo que hago, lo hago por mis hijos y les veo en cada paciente.
Mi profesión ha transformado la vida de los pacientes a través de su sanación. Es trabajar para que un paciente critico salga, se recupere y, además, es también brindar apoyo a la familia, ya que somos el único contacto directo que tienen para estar cerca de los que aman”.
Para Angélica la devoción que tiene a su familia se refleja en el trato que brinda a sus pacientes y es fundamental para ejercer su profesión a cabalidad.
Al igual que cuidados intensivos, emergencia es un área crítica donde la vida puede cambiar de un momento a otro. De sus 15 años de experiencia, Marisol Simbaña ha trabajado 5 como enfermera de cuidado directo en este servicio.
“Mi profesión es enriquecedora. Mi pasión es ayudar y atender a los que necesitan, no solo como enfermera sino como ser humano, por eso siento que he tenido la oportunidad de ayudar como en ningún otro lado.
Con mi trabajo, con la dedicación y el esfuerzo que pongo en cada atención de calidad y calidez, yo transformo la vida de las personas. Procuro que los pacientes se sientan acogidos e importantes como seres humanos y clientes”.
La enfermería forma parte de los servicios que las personas pagan en una casa de salud, ya sea de manera privada o a través de sus aportes o impuestos, por ello, no es una dádiva y debe ser realizada con el mayor de los profesionalismos, sin olvidar que no es solo una transacción comercial sino un acto de cuidado con compromiso y entrega.
Todas las áreas de un hospital requieren de una atención personalizada y especializada, más aún con enfermedades como el Covid. Gladys Llano lo sabe muy bien, ya que ejerce esta noble ocupación desde hace 20 años, actualmente es líder de enfermería en hospitalización UCI Covid.
“Estos 8 años los he vivido con muchas ganas de servir y luchar, ayudando a mis compañeras en esta grata labor que es la enfermería.
Yo siento que transformo la vida de los pacientes brindándoles amor, cariño, siendo empática, solidaria y muy humanitaria; ese es mi don”.
Sin duda, existe un perfil técnico que se debe cumplir, pero a criterio de estas enfermeras es algo que se aprende en las aulas, sin embargo, la calidad humana que permite ejercer, con ética y humanismo, esta profesión es algo que no se enseña académicamente, parte de ser una buena persona, capaz de sentir compasión y empatía; de brindar un servicio con vocación, dedicación y esfuerzo; pero sobretodo dispuesta a sacrificarse por el beneficio de su paciente.
Para Fundación Tierra Nueva y el Hospital Padre Carollo contar con personal dispuesto a cuidar de la vida de sus beneficiarios, tal como nuestro fundador lo concibió, es un orgullo, por ello, rindieron un sencillo pero sentido homenaje a los y las enfermeras en su día, con la entrega de un presente y la socialización de tarjetas de agradecimiento escritas por los pacientes y colaboradores.
Con actividades como esta la organización desea elevar la motivación y compromiso de sus integrantes, mostrándoles que su trabajo en las distintas áreas, transforma vidas.