La pandemia permitió conocer de cerca la realidad de las familias de los beneficiarios de los diferentes programas de Fundación Tierra Nueva. Lucía, es el nombre ficticio con el qué contaremos la historia de una pequeña de cuatro años, ella y sus hermanos viven en un hogar disfuncional, afectado por el alcoholismo de su padre.
A su corta edad sabe lo que es trabajar, pasar hambre y ha tenido que enfrentar muchas situaciones de violencia.
Buscar apoyo para esta familia es complicado, principalmente, porque está realidad se mira como normal en el entorno en el que viven, ya que, no difiere de la vida de sus familiares o vecinos.
Garantizar los derechos de las personas es un trabajo conjunto del Estado y la sociedad, al cual Fundación Tierra Nueva aporta desde sus programas con la ejecución de acciones de salud, educación y protección social.
Parte de este accionar es sensibilizar y educar a los beneficiarios y sus familias para que puedan ejercer sus derechos, por lo que, periódicamente realiza actividades y talleres para actualizar los conocimientos de sus colaboradores.
En marzo del año anterior, realizó una casa abierta sobre los derechos de la mujer, los tipos de violencia y cómo enfrentarlos. Este año, con el apoyo del Centro de Justicia y Equidad Tres Manuelas impartió talleres y una casa abierta para profundizar la información sobre la violencia, con la finalidad de evidenciar sus síntomas y desnaturalizarlos.
Para Sara Vilatuña, trabajadora social de los Centros de Desarrollo Infantil de la Fundación, esta información es importante porque les permite replicar el conocimiento con las familias, con los niños y entre compañeras.
La violencia intrafamiliar se puede considerar como la matriz o el origen de los diferentes tipos de violencia, ya que los patrones de convivencia familiar son los que replican los individuos en la sociedad.
Una familia donde se abusa de los más débiles, hace que los niños y niñas consideren que es algo normal. Trabajar en cambiar estos imaginarios es parte fundamental de la labor de la Fundación, en pro de transformar la vida de sus usuarios.
Como destaca Sara: “hay que romper el miedo para poder avanzar”. Informar y educar acerca de los derechos humanos, así como, fomentar el desarrollo de valores y actitudes que los respalden, permitirán alentar las medidas para defenderlos no solo desde las instancias legales, sino desde la misma sociedad.
Para lograr este objetivo, la organización es consciente de que sus propios colaboradores deben trabajar en un ambiente seguro y libre de violencia laboral, por lo que, en estos talleres también se tratan protocolos y procesos a seguir en caso de que surjan situaciones de este tipo.
Con estas actividades la institución no solo da cumplimiento al Programa de Prevención y Erradicación de Acoso, Violencia y Discriminación Laboral, sino que, garantiza los derechos establecidos en el Reglamento Interno de Trabajo, que promueve un ambiente laboral sano para sus trabajadores.