Los 10 años del aniversario del Hospital Padre Carollo, de Fundación Tierra Nueva, fueron la oportunidad perfecta no solo para realizar una serie de eventos conmemorativos, sino para agasajar a nuestro personal por su compromiso, apoyo y trabajo de estos años y en especial por los meses de pandemia que ha significado nuevos y mayores retos laborales para todos.
Además del incremento en el ritmo laboral durante la emergencia sanitaria, los médicos, enfermeras y demás personal involucrado en el trato de pacientes, viven mayor estrés por el miedo al contagio y, por la posibilidad de transmitir la enfermedad a sus familiares.
Así lo destacó, la Lcda. Jenny Concha, Líder de Enfermería del servicio de Emergencia, en las palabras que dirigió a sus compañeros, donde agradeció la entrega y vocación que han demostrado, pese al desgaste emocional que tienen.
Desde el inicio de la pandemia, la Unidad de Seguridad y Salud Ocupacional de Fundación Tierra Nueva junto al Comité de Operaciones Emergentes del Hospital, velaron por crear las condiciones óptimas para que las labores se desarrollarán sin afectar a sus colaboradores.
Se dotó de equipos de protección personal (EPP) necesarios para los distintos niveles de atención, se brindó capacitaciones permanentes sobre prácticas seguras, uso de EPPs, y se dispuso la adecuación de espacios físicos para garantizar la integridad física y psicológica de los trabajadores.
Como parte de estas acciones, el Centro de Apoyo Psicosocial Ubuntu del sistema de Protección Social de la Fundación, organizó los llamados Círculos de Autocuidado; espacios dirigidos a quienes laboran en el campo de la salud, con la finalidad de contrarrestar el estrés, la frustración, el miedo, la tristeza y la ansiedad; principales problemáticas registradas, según Soledad Dávila, psicóloga a cargo de este programa.
“La preocupación por la situación económica y la pérdida de un ser querido son los temas que más se tocan en este espacio”, explicó Soledad, “lo que los asistentes rescatan como positivo de esta situación, es la unión como familia Tierra Nueva, mucho agradecimiento a la institución por mantener sus puestos y la unión de equipo”, concluyó.
La importancia de contar con espacios para cuidar de sí mismos, sea de manera virtual o presencial, es el principal aprendizaje que los participantes se llevan, además de herramientas como meditación y respiración consciente que les ayudan a lidiar con sus emociones.
Todas estas acciones y actividades se sumaron al reconocimiento que como Fundación se realiza al personal del área de salud, recordando siempre la importancia de las personas, y su bienestar para un mejor desempeño profesional y como apoyo a su crecimiento.
TESTIMONIO
Patricia Jarrín, Coordinadora de Brigadas y Cirujana Plástica del Hospital Padre Carollo comparte su experiencia en los Círculos de Autocuidado.
Al inicio de la pandemia, en el teletrabajo sentí haber quedado desconectada del mundo, viviendo la incertidumbre de hasta cuándo durará esto. Solo llegaban las malas noticias en la televisión y en el WhatsApp, siempre creando esa expectativa, ese temor de contraer la enfermedad. El no ver más a mi familia, a mis compañeros de trabajo, no poder ir a la iglesia; me causó una sensación de vacío…
Tiempo después me incluyeron en un grupo que se llama Los Valientes, iniciamos con los Círculos de Autocuidado. Puedo decir que el participar y expresar los sentimientos ha sido muy sanador, así como poder ver y compartir con las compañeras y compañeros, también ha sido un aliciente. Yo salgo cada vez más alegre y en paz, los demás también expresan lo mismo.
Agradezco a la Fundación por preocuparse del bienestar psicológico del personal y facilitar este tipo de terapias, también a la Lcda. Rosa Silva, trabajadora social, que ha estado muy preocupada, siempre preguntando cómo estamos, y a la Psc. Soledad Dávila porque nos ha sabido guiar, siendo muy respetuosa y siempre teniendo la confidencialidad del caso.
Mantengo la esperanza de que el día de mañana esto terminará, porque parece que fuera solamente un mal sueño, pero es una realidad a la que tenemos que vivir adaptados. Tenemos que aprender a convivir con este virus, siempre manteniendo los cuidados, y no solamente los cuidados de la salud física sino también los cuidados de la salud mental.