En una conmovedora muestra de solidaridad y compromiso social, un grupo de jóvenes extranjeros dejaron una huella imborrable en uno de los Centros de Desarrollo Infantil de Fundación Tierra Nueva.
Con entusiasmo y pinceles en mano, estos voluntarios de Estados Unidos se unieron para pintar las paredes de las aulas y pasillos del centro, brindando un nuevo ambiente lleno de color y alegría para los niños que asisten diariamente.
El Centro de Desarrollo Infantil, ubicado en el sector de la Mena Dos, es uno de los más antiguos de la Fundación.
Está dedicado a proporcionar atención especializada a niños y niñas en situación de vulnerabilidad, de 1 a 3 años, mediante estimulación temprana, alimentación saludable y asistencia médica.
Voluntariado para cerrar el año escolar
Esta enriquecedora actividad de voluntariado se realizó al finalizar este año lectivo y fue calificada como una experiencia significativa por los jóvenes participantes, al conocer más sobre las obras de Padre Carollo (fundador de Tierra Nueva).
Por ello, desde tempranas horas de la mañana, armados con pintura, rodillos y brochas dieron rienda suelta a su creatividad, plasmando dibujos coloridos y motivadores en las paredes del centro.
Los jóvenes voluntarios de MedLife, con edades comprendidas entre 13 y 18 años, se mostraron entusiasmados por colaborar con la Fundación en su labor de ayudar a la primera infancia.
La solidaridad y el deseo de ayudar no conocen fronteras ni distancias. Esta experiencia ha dejado una profunda huella en los corazones de los niños y niñas, fortaleciendo aún más los lazos de unión en la comunidad.
Fundación Tierra Nueva agradece sinceramente el compromiso y la dedicación de estos jóvenes voluntarios, quienes, a través de su trabajo arduo y generoso, han dejado una marca perdurable en la vida de los niños y del personal del centro.
Su participación inspiradora es un recordatorio de que cada individuo, sin importar su procedencia, puede hacer una diferencia significativa en la vida de otros y que gestos pequeños también pueden transformar vidas.
Fundaciones como Tierra Nueva continúan fomentando la colaboración internacional y el espíritu de servicio, brindando a jóvenes de todo el mundo la oportunidad de ser agentes de cambio positivo.
La pintura que estos voluntarios dejaron en las paredes es mucho más que un adorno visual: es una representación tangible del poder transformador del voluntariado y la esperanza de un futuro más brillante para todos.