Antonella tiene 5 años, todas las mañanas su madre la lleva a la escuela en su moto. Un día un auto hizo una maniobra peligrosa haciéndoles perder el equilibrio. Antonella llevó la peor parte, la moto le golpeó la pierna, provocándole una fractura que la llevó al hospital.
El dolor era insoportable, lo es para cualquiera, más aún para una niña. Producto de este evento Antonella tienen mucho miedo a las personas con bata.
No importa que no sean médicos, basta con verlos de lejos para que ella se ponga a temblar. Este temor escalado a fobia, se llama iatrofobia, que se definiría como miedo al personal de salud.
Teddy Bear Hospital
Es una iniciativa internacional organizada por la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina, con la finalizad de que niños y niñas puedan familiarizarse con el personal sanitario y los procedimientos médicos.
Los niños tienen la oportunidad de ser médicos y cuidar de sus mejores amigos, sus osos de peluche.
¿Cómo fue el Teddy Bear Hospital HPC?
Para el Hospital Padre Carollo este evento es muy importante porque permite formar pequeños médicos y compartir los valores que hacen de sus servicios espacios donde transforman vidas.
Los participantes pueden practicar algunos procedimientos como toma de signos vitales, curaciones, radiografías, revisión odontológica, incluso realizan un cirugía de extracción de tumor y una cesárea, todo en los ositos de peluche previamente preparados para este fin.
¿Quiénes explican los procedimientos y asesoran las atenciones? Los estudiantes de medicina de las diferentes universidades.
En este espacio también se habló con los infantes sobre las partes de su cuerpo que nadie debe tocar.
Para finalizar los pequeños tuvieron un corto paseo en ambulancia y recibieron su diploma de aprobación del Teddy Bear Hospital HPC.
¿Qué pasó con Antonella?
Una vez recuperada de su fractura, fue una de las asistentes a este evento. Al principio temerosa, miraba los peluches, que en fila esperaban por un médico. Después de recorrer un par de salas, quedo fascinada con las radiografías.
Ella realizó la cesárea a una osa y sin ningún temor le suturó la pancita, después de poner al bebé oso junto al pecho de su mamá.
“Siempre quise subir a una ambulancia, pero no quería estar enferma” le contó Antollena a su anfitriona mientras con su grupo recorrían los pasillo hasta Emergencia.
El HPC adecuó todos los espacios en los que los niños iba a estar, para garantizar su seguridad y con la finalidad de que este se convierta para ellos en su lugar seguro.