El equipo de HUGS apenas pudo descansar tras su llegada a Quito, ya que, a la mañana siguiente tuvieron un día ajetreado, con la admisión y triaje de pacientes.
Si bien, la mayor parte del trabajo lo habían realizado los médicos y personal administrativo del Hospital Padre Carollo, aún debían revisar uno por uno a los pacientes seleccionados por ellos.
La última vez que la brigada se realizó fue en el 2019, antes de la pandemia, por lo que, pacientes antiguos y nuevos estaban ansiosos por escuchar buenas noticias.
Pese a que las cirugías iniciaron a primera hora cada mañana y con tres quirófanos trabajando de manera simultánea, únicamente se pudieron operar 51 pacientes de los cientos que estaban en lista de espera.
“El resto tendrá que esperar un año más antes de su cirugía, lastimosamente debido a la crisis de salud que vive el Ecuador, estos niños no tienen la esperanza de ser atendidos antes en un hospital público, para ellos la brigada de Fundación Tierra Nueva y HUGS es su única opción”, explicó Mayra Salinas, comunicadora social de Tierra Nueva.
¿Cómo organiza Tierra Nueva estas brigadas?
Desde hace más de 20 años, Tierra Nueva coordina con organizaciones extranjeras para realizar cirugías de traumatología, cirugía plástica, cirugía general y odontología para personas con discapacidad.
En este caso, 29 miembros del equipo de HUGS viene de 7 lugares diferentes de Estados Unidos: Nueva York, Massachusetts, California, Florida, Pensilvania, Georgia y Utah. Ellos donan su tiempo de vacaciones para combinar sus talentos con los médicos del Hospital Padre Carollo, con un objetivo común: ¡transformar la vida de sus pacientes!
¿Qué opinan los voluntarios?
Andrew Jacono es especialista en cirugía plástica facial y reconstructivo certificado por la Junta Dual. Es Jefe de Sección de Cirugía Plástica y Reconstructiva Facial en el Hospital Universitario North Shore, en New York.
“Acabo de terminar de realizar una cirugía plastica en dos pacientes más con microtia (nacidos sin oreja), en mi misión quirúrgica en Quito – Ecuador con HUGS para ayudar a niños con defectos de nacimiento.
Después de terminar de esculpir la oreja del cartílago de costilla, me gusta sostenerla en mi mano una última vez y examinarla desde todas direcciones antes de ponerla en el cuerpo del paciente.
Es realmente una experiencia surrealista… Agradezco la oportunidad de marcar la diferencia en la vida de estos niños”.