Todos los años, el 13 de mayo, día de la muerte del padre Carollo, con una Eucaristía, en la iglesia que él mismo construyó junto a la comunidad, honramos su memoria.
No es solo un acto de gratitud sino de compromiso, con su trabajo, su fe y su amor por el papito Dios, como él le llamaba.
Su fe sólida y sencilla, heredada de sus padres, donde somos los hijos de un padre bueno al que anhelamos volver, con esa inocencia que abre las puertas del cielo.
Sus obras, que casi son incontables, no tienen firma. Su sello está en el corazón de la gente, su trabajo se disolvía en la comunidad, como por una especie de fusión con la gente.
Comenzaba sus días muy temprano con una prolongada oración matutina que era el momento generador de todo lo que luego había hecho durante el día.
Se recuerda al padre Carollo como un gran constructor, pero era más que eso, un cristiano, un sacerdote de fe y de profunda espiritualidad.
Una vez que renunció a la congregación salesiana se adhirió y promovió entre algunos curas la participación al PRADO, que es un movimiento de sacerdotes diocesanos que viven su compromiso y su servicio a partir del método: VER, JUZGAR, ACTUAR PARA CELEBRAR.
La espiritualidad que ha generado su acción ha nacido de este método que podría ser fuente de energía también para nosotros.
Tierra Nueva es el legado más visible y más concreto del pasaje del padre Carollo por este territorio. Es la expresión y fruto de una doble matriz: la expresión de la opción prioritaria por los pobres que les debemos por fidelidad a Jesús y a su Evangelio, así como, el ADN recibido en el bautismo que nos ha hecho a todos sacerdotes, reyes y profetas.
Por el bautismo todos participamos de la responsabilidad y de la misión que nace de nuestra realeza divina. No es tarea exclusiva de los clérigos, Padre Carollo quiso hacer de Fundación Tierra Nueva una fundación a gestión laical para enfermos, niños personas con discapacidad, ancianos, mujeres y todo el que estuviera en situación de vulnerabilidad.
Los colaboradores de Tierra Nueva ejercen su responsabilidad en las distintas ramas por mandato bautismal. Es el reto que todos los que integran Tierra Nueva sientan y pidan al Señor con humildad y firmeza de cumplir con esta desafiante misión.
Tomado de la Eucaristía celebrada por el Padre Julián Vallotto el 13 de mayo de 2022.